martes, 24 de marzo de 2009

Quién inventó el “Spa”?

Se discute si el establecimiento toma su nombre de la villa o, como dicen algunos, procede del acrónimo de salus per acquam (la salud a través del agua). Lo que es seguro es que lo inventaron en Roma. Curiosamente, el término se ha extendido gracias al inglés, que lo incorporó en el siglo XVII como sinónimo de balneario.

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Publicado por QUO

Obesidad, actividad y dieta

Las mujeres que padecen obesidad y realizan ejercicio físico adelgazan más con una dieta rica en grasas. En cambio, aquéllas con hábitos sedentarios se benefician más de una dieta con predominio de hidratos de carbono. Ésta es la conclusión a la que ha llegado la investigadora Constanza Matilde López Fontana en su tesis Interacciones entre actividad física y dietas hipocalóricas en la pérdida de peso, defendida en la Universidad de Navarra.

El estudio se ejecutó entre 40 mujeres obesas sanas, de 20 a 50 años, a quienes se les practicó un ensayo experimental al inicio y al final para conocer su tasa metabólica basal, presión arterial, frecuencia cardiaca y composición corporal. A continuación, durante 10 semanas, fueron sometidas a dos dietas bajas en calorías, o hipocalóricas, con diferente contenido en grasa e hidratos de carbono, a la par que se valoraba su grado de movilidad.

Los resultados del análisis mostraron que las participantes sedentarias perdían una mayor cantidad de masa libre de grasa que las voluntarias activas. Aquéllas que practican algún deporte mantienen la musculatura y además eliminan antes la masa grasa, por lo que responden mejor a una dieta rica en lípidos. Mientras que las personas menos activas consiguen desprenderse con más facilidad de su grasa y peso corporal si siguen una dieta hipocalórica rica en azúcares.

La base de esta afirmación se encuentra en la interacción entre actividad física y dieta: Un nivel alto de ejercicio favorece la oxidación de lípidos. Esto podría deberse a un mecanismo de adaptación del cuerpo que selecciona un combustible u otro, grasas o azúcares, según las condiciones de nuestro organismo.

Prevenir las enfermedades cardiovasculares

Por otra parte, las conclusiones de la tesis, desarrollada en el departamento de Fisiología y Nutrición de la Universidad de Navarra, demostraron que el peso se correlaciona positivamente con la frecuencia cardiaca. Así, tras la dieta, disminuyó la frecuencia cardiaca y la presión arterial diastólica de las participantes más activas por encima de la de aquéllas con costumbres pasivas.

De este modo queda comprobado que la práctica de deporte se asocia a un menor riesgo de sufrir ciertas patologías, como las enfermedades cardiovasculares. Por ello, resulta fundamental determinar los beneficios que presenta esta asociación para la salud.